La leyenda de los dos dragones es una antigua historia china que simboliza el equilibrio entre fuerzas opuestas y complementarias. Según la leyenda, en el comienzo de la civilización, China fue testigo de una gran sequía que amenazaba con destruir la tierra y a su gente. Un día, aparecieron dos dragones en el cielo, cada uno representando una fuerza contraria: el dragón rojo, que simbolizaba la sequía y el calor, y el dragón azul, que representaba el agua y la frescura.
Estos dos dragones comenzaron a luchar entre sí, manifestando así la lucha entre el yin y el yang, dos fuerzas opuestas pero complementarias. Finalmente, los dragones reconocieron que necesitaban trabajar juntos para restaurar el equilibrio en la tierra. El dragón rojo trajo la lluvia para saciar la sed de la tierra, mientras que el dragón azul controló la cantidad de lluvia para evitar inundaciones.
Como resultado de su colaboración, la tierra volvió a florecer, y la gente pudo prosperar una vez más. Desde entonces, los dos dragones se convirtieron en símbolos de armonía y equilibrio en la cultura china, representando la idea de que las fuerzas opuestas deben coexistir en equilibrio para alcanzar la paz y la prosperidad.
Esta leyenda enseña la importancia de encontrar la armonía y el equilibrio entre aspectos opuestos de la vida, y cómo el trabajo en conjunto puede conducir a resultados positivos para todos.
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